En aplicaciones donde se necesitan cientos o miles de unidades los sensores de fuerza OEM son los indicados, ya que su bajo coste permite una integración masiva en productos finales.
Estos sensores de fuerza OEM cuentan con diferentes formatos, encapsulados y materiales de fabricación, siendo principalmente el plástico o aleaciones de metal económicas las más utilizadas para el abaratamiento de costes.
Estos elementos son muy empleados para la medida de fuerza en equipos acabados, aparatos o máquinas producidas en gran volumen o de uso doméstico.
Los rangos bajos y medios son los más utilizados en los sensores de fuerza OEM, puesto que las aplicaciones de pesaje y dosificación es lo más habitual. No son los sensores más precisos, puesto que el aumentar esta característica implica aumentar el coste, pero en general estas aplicaciones no lo requieren.
En esta categoría puede encontrar diferentes modelos que pueden servir para su integración en proyectos de gran volumen.